Reseña: "De nadie", de May R Ayamonte
De nadie | Autora: May R Ayamonte | Editorial: Destino (CrossBooks)
Publicado en 2017 | 352 Páginas | 14.95€ | ISBN: 978-84-08-17167-6
Sinopsis: Nadia, Olivia y Narella lo tienen claro: van a vivir la vida a su manera, y nadie las va a parar.
Se enamorarán, disfrutarán del sexo, irán de fiesta, y superarán todos los obstáculos… como quieran y con quien les dé la gana, ya sea un chico o una chica, en una relación abierta o en exclusiva. El último curso en el instituto será memorable, y aprenderán las lecciones más importantes: que hay muchas maneras diferentes de amar, que su libertad está por encima de todo, y que nada sabe mejor que el primer bocado de comerse el mundo.
Si sois asiduos a las redes sociales, y seguís a perfiles relacionados con la literatura, probablemente sabréis que la anterior publicación de la autora -Besos entre Líneas, en colaboración con Esmeralda Verdú- no tuvo, precisamente, una buena acogida, pese a que a mí no me disgustara tanto como lo hizo en general. Pese a ello, May R Ayamonte regresa al mercado editorial con una apuesta diferente y atrevida que no ha resultado una mala lectura.
De nadie cuenta la historia de Nadia, Olivia y Narella, tres chicas dispuestas a disfrutar de la vida sin ataduras, sin que nada ni nadie las detenga. En su último curso de instituto se descubrirán a sí mismas así como descubrirán que su libertad es lo más importante, pues nadie es de nadie, como bien indica el título del libro. De esta manera, las relaciones interpersonales toman un papel fundamental en este relato tan cercano a la vida real.
-¿Te acostumbras a no pertenecer a un sitio?
(...)
-No hay una receta mágica. Sencillamente, lo haces. Te das cuenta de que no necesitas atarte a personas ni a lugares para ser feliz. No eres de ningún lugar, nada de te pertenece. Lo mismo con las personas.
Que era una novela necesaria, que era una novela que debía escribirse... fueron algunos de los comentarios que escuché sobre ella antes de leerla, y no voy a ser yo quien los niegue. Prescindiendo de las etiquetas que, en muchas ocasiones, abundan en lecturas de este tipo, su autora habla sobre diferentes maneras de vivir las relaciones de pareja o las relaciones sexuales, haciendo ver que no importa que quieras estar con hombres, con mujeres, que no quieras acostarte con nadie o que no quieras tener una relación monógama. "Una novela sin censuras porque la vida real no lleva filtros", eso es precisamente lo que es. Aun aplaudiendo este aspecto de De nadie, pienso también que debería haberse profundizado más en él.
Pero la anterior no es la única clase de relaciones que se exploran, pues May también le da importancia en su nuevo trabajo a los vínculos familiares. Nadia está a punto de mudarse con su madre, el novio de esta y su hijo, Olivia no está contenta con la pareja de su madre y Narella tiene unos padres de la vieja escuela, bastante tradicionales. La pérdida o la violencia de género son otros de los temas que se abordan
Sin embargo, De nadie también presenta algunos aspectos que no me han terminado de convencer. En primer lugar, pese a tratar los temas que trata de manera correcta, creo que, en cuanto a estilo, es mejorable. No tiene nada que ver con el hecho de que sea simple, sino con que, por ejemplo, algunos diálogos y escenas me han parecido forzados. He sentido que la autora quería introducir ciertas afirmaciones o ciertas situaciones y no ha conseguido la naturalidad que tendría que existir; debería parecer que los personajes no son personajes, sino que son personas con las que uno puede encontrarse en su día a día.
Añadido a lo anterior, no puedo ignorar que, durante las cien primeras páginas, me costase meterme dentro de la historia; no le encontraba interés. Si bien yo soy asiduo a aquellas novelas en las que se relata la vida de unos personajes sin más, como lo es esta, creo que al comienzo de De nadie le falta algo, que quizás esté unido a lo que comentaba antes sobre la naturalidad. Tampoco puedo pasar por alto un elemento que está presente también en Besos entre Líneas; este es que se repita lo guapo que es uno de los personajes, en este caso, Hazel. En mi opinión, si uno quiere reiterar esa idea a lo largo de su libro, no debería utilizar siempre la palabra "guapo", sino describiéndolo de tal manera que se intuya.
Sin embargo, De nadie también presenta algunos aspectos que no me han terminado de convencer. En primer lugar, pese a tratar los temas que trata de manera correcta, creo que, en cuanto a estilo, es mejorable. No tiene nada que ver con el hecho de que sea simple, sino con que, por ejemplo, algunos diálogos y escenas me han parecido forzados. He sentido que la autora quería introducir ciertas afirmaciones o ciertas situaciones y no ha conseguido la naturalidad que tendría que existir; debería parecer que los personajes no son personajes, sino que son personas con las que uno puede encontrarse en su día a día.
Añadido a lo anterior, no puedo ignorar que, durante las cien primeras páginas, me costase meterme dentro de la historia; no le encontraba interés. Si bien yo soy asiduo a aquellas novelas en las que se relata la vida de unos personajes sin más, como lo es esta, creo que al comienzo de De nadie le falta algo, que quizás esté unido a lo que comentaba antes sobre la naturalidad. Tampoco puedo pasar por alto un elemento que está presente también en Besos entre Líneas; este es que se repita lo guapo que es uno de los personajes, en este caso, Hazel. En mi opinión, si uno quiere reiterar esa idea a lo largo de su libro, no debería utilizar siempre la palabra "guapo", sino describiéndolo de tal manera que se intuya.
En conclusión, De nadie es una novela que explora distintas formas de relaciones interpersonales haciendo ver que la libertad de una persona es esencial. Aun así, necesitaría algunas mejoras en lo que a estilo se refiere.
PUNTUACIÓN: ★★★✩✩ -entre 2.5 y 3-
A todos nos da miedo el olvido, aunque no lo digamos en alto. Todos queremos ser recordados como héroes que consiguieron algo grande en sus vidas, o como personas importantes que cambiaron el mundo. Nadie quiere morir y quedar retratado en una lápida, ni ser cenizas que se tiran al mar y que el viento eleva hasta hacerlas desaparecer.
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