¡Hola, lectores! Comienza la semana con buenas noticias, pero todo a su tiempo... Esto, como ya es intuible, no es una reseña; podría catalogarse como un post de la sección "Razones para leer...", pero no del todo. Tenía muy claro que, habiendo escrito una reseña de Desayuno en Júpiter para el número de marzo de La Avenida, no iba a hacerlo también en el blog. Por otra parte, también tenía muy claro que quería, quiero hablar de la novela en cuestión aquí. Por esos mismos motivos, me he sacado esta entrada de la manga, en la que hablaré, fangirlearé y todo lo que pueda hacer sobre la última publicación de Andrea Tomé.
Eso sí, no puedo empezar sin contar brevemente cómo fue mi experiencia presentando a Andrea Tomé, autora de Corazón de mariposa, Entre dos universos, Desayuno en Júpiter, y de El Valle Oscuro, que saldrá pronto a la venta. Poder acompañar a esta autora, que es una de mis favoritas dentro del panorama juvenil nacional, en la presentación de Vigo de DeJ fue maravilloso, tanto como lo es leer sus novelas. Aunque estuviera algo nervioso, intenté llevar el acto todo lo mejor que pude, a pesar de que la realmente importante allí fuera Andrea 🙆 Si queréis vivir la presentación desde otras perspectivas, podéis leer las crónicas de El Templo de las Mil Puertas, de La Biblioteca de Arconte y de Born to be Geeks.
Dicho lo dicho, ¡comenzamos!
"Comenzamos", pero, realmente, no sé por dónde empezar. Lo primero que se me viene a la cabeza es el estilo de Andrea; la manera de narrar las historias es como la de pocas autoras. Puede que tan solo sea un roce entre los personajes, un pequeño gesto, un simple beso... que ella lo consigue transformar en lo más mágico que alguna vez haya alguien vivido. Parece que sea el propio lector quien está sintiendo lo que los personajes.
Ya que hablamos de magia, no podemos obviar el hecho de que Desayuno en Júpiter pertenezca al género conocido como realismo mágico, concepto que traté de explicar en la propia presentación, y que, con mi definición, igualé hasta a la RAE... Mentira; me expliqué fatal 😂 Por ello, y para enmendar mi error, diré que en el realismo mágico se mezclan elementos fantásticos, como bien pueden ser los fantasmas, con la realidad, de manera que es difícil separarlos.
Temas no son pocos los que trata. Andrea introduce en Desayuno problemas, situaciones, enfermedades... con poca visibilidad, pero a los que la autora les da cabida en una historia que, pese a que no son pocas las veces que lo he dicho ya, es sencillamente genial. Bisexualidad, tricotilomanía o ataxia; todo ello perfectamente integrado junto a los personajes.
¡Ah! Tampoco quería pasar por alto las voces únicas de Ofelia y Amoke, ambas narradoras de la historia. Con su propio estilo, Andrea consigue que, a pesar de ello, se pueda diferenciar perfectamente quién escribe qué, hasta el punto de que si leyera un capítulo cualquiera, cualquiera sería capaz de adivinar el punto de vista desde el que está narrado.
No mucho más tengo que añadir, además de mencionar todo lo que he fangirleado, pero también sufrido con esta historia única. Así, os animo a darle una oportuidad a la novela; no creo que os arrepintáis.
Por cierto, es posible que en los próximos días cuelgue un vídeo con algunos fragmentos de la presentación, así que estad atentos y atentas a las redes sociales si queréis verlo. Dicho esto, ¡hasta la próxima!
Ya que hablamos de magia, no podemos obviar el hecho de que Desayuno en Júpiter pertenezca al género conocido como realismo mágico, concepto que traté de explicar en la propia presentación, y que, con mi definición, igualé hasta a la RAE... Mentira; me expliqué fatal 😂 Por ello, y para enmendar mi error, diré que en el realismo mágico se mezclan elementos fantásticos, como bien pueden ser los fantasmas, con la realidad, de manera que es difícil separarlos.
Temas no son pocos los que trata. Andrea introduce en Desayuno problemas, situaciones, enfermedades... con poca visibilidad, pero a los que la autora les da cabida en una historia que, pese a que no son pocas las veces que lo he dicho ya, es sencillamente genial. Bisexualidad, tricotilomanía o ataxia; todo ello perfectamente integrado junto a los personajes.
¡Ah! Tampoco quería pasar por alto las voces únicas de Ofelia y Amoke, ambas narradoras de la historia. Con su propio estilo, Andrea consigue que, a pesar de ello, se pueda diferenciar perfectamente quién escribe qué, hasta el punto de que si leyera un capítulo cualquiera, cualquiera sería capaz de adivinar el punto de vista desde el que está narrado.
No mucho más tengo que añadir, además de mencionar todo lo que he fangirleado, pero también sufrido con esta historia única. Así, os animo a darle una oportuidad a la novela; no creo que os arrepintáis.
Por cierto, es posible que en los próximos días cuelgue un vídeo con algunos fragmentos de la presentación, así que estad atentos y atentas a las redes sociales si queréis verlo. Dicho esto, ¡hasta la próxima!
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