La Flor de Fuego | Autora: Alba Quintas Garciandia | Editorial: Nocturna Ediciones
Publicado en 2017 | 296 Páginas | 15€ | ISBN: 978-84-16858-06-4
Sinopsis: Nadie sabe qué ocurre en el instituto. Estudiantes y profesores corren por el edificio e intentan salir a toda costa mientras resuenan estallidos similares a disparos... Pero eso no es posible, ¿verdad?
Una chica en la calle asegura que los ha visto entrar y, sí, iban armados. Otro alumno tiembla en la biblioteca tras haber presenciado una escena que jamás olvidará. Y John...
¿Dónde está John? ¿Por qué, cuando todos se esfuerzan por huir, él recorre los pasillos en dirección a los disparos?
Tal vez él quiera contarlo. Porque esta es la historia de John. Y la historia de John es la historia de Columbine.
O quizá no tanto.
La flor de fuego es una novela que captó mi atención desde que Alba Quintas anunció su publicación. Especialmente por el tema a tratar: Columbine, un tiroteo llevado a cabo en 1999 por los jóvenes Eric Harris y Dylan Klebold. Hasta entonces no había oído hablar sobre él, por lo que supe que tenía que leerlo, y en absoluto fue una mala elección.
La autora únicamente se basó en el acontecimiento para, a partir de él, construir una historia que tiene como protagonistas a personajes, en su mayoría, ficticios. Únicamente parten de una base real los personajes de Chad y Landis, que se corresponden con los estudiantes responsables de la masacre. De esta manera, la autora empleó material real para escribirla, que, en parte, incluyó en la novela, como los diarios de Eric y Dylan o algunas conversaciones telefónicas, dándole así un mayor toque realista. De todas formas, no solo se centra en el tiroteo en sí, sino que son otros los temas que también se tocan.
En cuanto a la estructura de la novela, la cual se divide en tres partes principales, me ha parecido muy interesante, pues comienza con un prólogo en tiempo presente, continúa con una primera parte caótica, que consiguió crear un mí un sentimiento de confusión e impotencia, seguido de un interludio. Así, le siguen una segunda parte, que está narrado por John, el cual podría decirse que es el protagonista, del que hablaré a continuación, una tercera, con un título homónimo al libro, y un epílogo, que casi consigue que derrame alguna lágrima.
Regresando a lo antes mencionados sobre lo que Alba quería conseguir con la historia y, al mismo tiempo, volviendo también sobre John, el principal objetivo de la historia es que el lector empatice con este personaje, que, pese a que no comparta ni sus motivos ni sus acciones, consiga entender por qué hace lo que hace perfectamente. Pienso que la autora consigue esa meta, pero que también ha sido John por lo que la novela no ha terminado de encantarme, como explicaré a continuación.
Llegados a este punto de la reseña, no puedo negar que me haya gustado, pues estaría mintiendo. Pero siento que no he llegado a conectar del todo con la historia, especialmente, en la segunda parte, ya que es cierto que la tercera la amé completamente. Creo que no sentí todo lo que tenía que llegar a sentir en ese tramo de la novela; no sé como explicarlo.
Posteriormente a la lectura del libro, vi algunas entrevistas a la autora, en las que hablaba sobre uno de los personajes, Ethan, que confesaba que ella ni lo consideraba como un personaje, sino como un símbolo, algo muy interesante, sobre todo, si uno conoce cuál es el papel del mismo en la novela, que no desvelaré para no quitarle la gracia. De todas maneras, os invito tanto a ver las entrevistas a Alba que le hicieron tanto Pablo García, de Libros Lectureka!, como Blue Jeans, para su canal de YouTube. Todo lo que existe detrás de este libro pienso que es imprescindible o, al menos, interesante, por lo que recomiendo también no pasar por el alto la nota de la autora incluida en las últimas páginas.
No quería pasar por alto tampoco uno de los temas que se tratan, el cual no suele tener demasiada presencia en la literatura, y menos en la juvenil. Estoy hablando sobre el uso de armas, que es una cuestión a la que creo que se le suele dar mucha menos importancia de la que se debería; en Estados Unidos, como se denuncia en la novela, esta es una situación normalizada, lo cual no deja de ser preocupante. Así, quiero terminar la reseña con el siguiente fragmento de La flor de fuego:
La autora únicamente se basó en el acontecimiento para, a partir de él, construir una historia que tiene como protagonistas a personajes, en su mayoría, ficticios. Únicamente parten de una base real los personajes de Chad y Landis, que se corresponden con los estudiantes responsables de la masacre. De esta manera, la autora empleó material real para escribirla, que, en parte, incluyó en la novela, como los diarios de Eric y Dylan o algunas conversaciones telefónicas, dándole así un mayor toque realista. De todas formas, no solo se centra en el tiroteo en sí, sino que son otros los temas que también se tocan.
En cuanto a la estructura de la novela, la cual se divide en tres partes principales, me ha parecido muy interesante, pues comienza con un prólogo en tiempo presente, continúa con una primera parte caótica, que consiguió crear un mí un sentimiento de confusión e impotencia, seguido de un interludio. Así, le siguen una segunda parte, que está narrado por John, el cual podría decirse que es el protagonista, del que hablaré a continuación, una tercera, con un título homónimo al libro, y un epílogo, que casi consigue que derrame alguna lágrima.
Regresando a lo antes mencionados sobre lo que Alba quería conseguir con la historia y, al mismo tiempo, volviendo también sobre John, el principal objetivo de la historia es que el lector empatice con este personaje, que, pese a que no comparta ni sus motivos ni sus acciones, consiga entender por qué hace lo que hace perfectamente. Pienso que la autora consigue esa meta, pero que también ha sido John por lo que la novela no ha terminado de encantarme, como explicaré a continuación.
Llegados a este punto de la reseña, no puedo negar que me haya gustado, pues estaría mintiendo. Pero siento que no he llegado a conectar del todo con la historia, especialmente, en la segunda parte, ya que es cierto que la tercera la amé completamente. Creo que no sentí todo lo que tenía que llegar a sentir en ese tramo de la novela; no sé como explicarlo.
Posteriormente a la lectura del libro, vi algunas entrevistas a la autora, en las que hablaba sobre uno de los personajes, Ethan, que confesaba que ella ni lo consideraba como un personaje, sino como un símbolo, algo muy interesante, sobre todo, si uno conoce cuál es el papel del mismo en la novela, que no desvelaré para no quitarle la gracia. De todas maneras, os invito tanto a ver las entrevistas a Alba que le hicieron tanto Pablo García, de Libros Lectureka!, como Blue Jeans, para su canal de YouTube. Todo lo que existe detrás de este libro pienso que es imprescindible o, al menos, interesante, por lo que recomiendo también no pasar por el alto la nota de la autora incluida en las últimas páginas.
No quería pasar por alto tampoco uno de los temas que se tratan, el cual no suele tener demasiada presencia en la literatura, y menos en la juvenil. Estoy hablando sobre el uso de armas, que es una cuestión a la que creo que se le suele dar mucha menos importancia de la que se debería; en Estados Unidos, como se denuncia en la novela, esta es una situación normalizada, lo cual no deja de ser preocupante. Así, quiero terminar la reseña con el siguiente fragmento de La flor de fuego:
"¿Y para que lo quieres?" (refriéndose
Cuando volvimos a casa aquel día, y muchos días más tarde, seguía pensando en ellos. Y los meses posteriores también. Y los años que siguieron. Pensaba en cuántas veces serían disparadas esas armas. Pensaba en adónde irían a parar aquellas balas. ¿Cuántas herirían a personas? ¿Cuántas las matarían?
En conclusión, una novela que consigue acercar al lector o lectora a la masacre en Columbine, así como lo que cada una de sus víctimas pudo haber sentido.
PUNTUACIÓN: ★★★✩✩
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