Recuerda aquella vez | Autor: Adam Silvera | Editorial: Puck
Publicado en 2017 | 352 Páginas | 16€ | ISBN: 978-84-96886-61-2
Sinopsis: Y si pudieras borrar de tu mente los recuerdos que te impiden ser feliz?
El Bronx, Nueva York, en un futuro no muy lejano… Aaron Soto, de dieciséis años, lucha por encontrar la felicidad a pesar de las cicatrices que arrastra, tanto físicas como emocionales: el suicidio de su padre, su propio intento fallido de abandonar este mundo, una vida de necesidades y, para colmo, la inquietante atracción que siente por Thomas, su nuevo y ambiguo amigo… Con lo fácil sería su vida si pudiera borrar las experiencias acaecidas en estos últimos tiempos y empezar de cero junto a su novia, Genevieve, y sus camaradas de siempre…
Afortunadamente, en el vecindario existe una sede del instituto Leteo, que ofrece la posibilidad de erradicar los recuerdos difíciles con un tratamiento revolucionario. Aaaron está dispuesto a olvidar a cualquier precio, sin saber que la felicidad y la infelicidad son dos caras de la misma moneda… y que el precio del olvido puedes ser demasiado alto.
Una novela que rompe moldes, con un toque futurista, que nos arrastra por una montaña rusa de sensaciones y preguntas, no todas de fácil respuesta. Una historia original y valiente sobre el olvido que ningún lector podrá olvidar.
Recuerda aquella vez es una novela de la que había escuchado críticas muy positivas, y pocas negativas, antes de sumergirme en su lectura. Por desgracia, ha sido un libro que no ha terminado de gustarme, pese a todas las papeletas que, en un principio, tenía para convertirse en una lectura para no olvidar, de ahí la ironía.
More happy than not, su título en inglés, es la historia de Aaron Solo, un chico de dieciseis años que, con las cargas que lleva encima, intenta seguir adelante. No hace demasiados meses desde que su padre se suicidó, y él mismo intento hacerlo. La novela nos sitúa en el momento en el que Aaron conoce a Thomas, por el que empezará a desarrollar sentimientos, a pesar de tener novia.
Al mismo tiempo, existe en la realidad en la que vive Aaron existe el Instituto Leteo, un lugar en el que borran los recuerdos que el paciente en cuestión desee eliminar de su mente. Conforme avanza la historia, esta institución va cobrando más importancia generando, de esto modo, un conflicto entre olvidar con el fin de seguir adelante sin ningún tipo de complicación o recordar asumiéndose a uno mismo tal y como es.
Aaron representa a todos aquellos chicos y chicas que se rechazan a sí mismos, que no son capaces de aceptarse y quererse tal y como son. En parte, creo que es una novela necesaria, que espero que pueda ayudar a personas que estén pasando por una situación similar a llenarse de fuerzas pese a todo. Pero, aún así, creo que es un libro al que le hace falta "madurar" en cierto sentido, en el que creo que los temas que trata no está completamente bien tratados. Intentaré explicarlo a continuación.
Mayoritariamente en la primera parte de la historia, encontré ciertos comportamientos que me parecieron machistas, como una norma especial de un juego que únicamente atañe "a las chicas y a los chavales más pequeños" para que no sean golpeados. Además de otro tipo de comentarios machistas, también he encontrado fragmentos en los que se promueven comportamientos obsesivos en un relación, lo que yo considero tóxico.
Cuando alguien te gusta, te vuelves extrañamente posesivo y obsesivo; quieres saber todo lo que le ha pasado antes que los demás, y a veces incluso quieres ser la única persona con la que el otro se relacione.
Al igual que ocurre con el tema del machismo, Adam Silvera introduce en Recuerda aquella vez múltiples tópicos sobre los gays que, en vez de criticarlos, termina por reafirmar. Uno de los comentarios que más me chocó ("Oye, pero no somos gais") es repetido en diversas escenas, dando la sensación de que, por hacer o decir algo, eres gay.
Sé que la novela, de por sí, va en contra de ello, pero me llamó la atención que, incluso en la recta final de la historia, se siguieran haciendo este tipo de comentarios y que ninguno de los personajes los criticara. Otros ejemplos son el hecho de que los personajes homosexuales busquen ser más "masculinos" o que, por hablar de cierta forma, seas automáticamente gay.
También trata el tema de la depresión, que, a pesar de que yo no sea yo la persona indicada para decir si se le da un tratamiento adecuado o no, creo que no se profundiza en él tanto como se debería hacerlo.
Eso sí, el plot-twist de mitad de la historia no se ve venir ni de lejos, por lo que me reafirmo en lo que ya comenté sobre la buena base de la que parte el autor. Además, me parece que, en general, el Instituto Leteo, que ya he mencionado con anterioridad, es un elemento que le aporta originalidad a Recuerda aquella vez, siendo un instrumento elegido y utilizado magistralmente para contar la historia que Adam Silvera quería contar.
Por todo lo que he explicado, creo que Recuerda aquella vez parte de una base original, y que las ideas de Adam Silvera son buenas, pero que esta historia necesitaba ser pulida antes de publicarse. De todas formas, tengo curiosidad por leer los siguientes libros del autor, de los que me han hablado aún mejor, si cabe, que de este.
PUNTUACIÓN: ★★✩✩✩